El conductor del auto Ford, no advirtió las señales lumínicas del colectivo que comenzaba a doblar desde Avellaneda a Hipólito Yrigoyen y quedó apretado entre el cordón de la vereda y el colectivo. Esta es una prueba más de la mala conducción que existe fundamentalmente en San Rafael, ya que algunos priorizan más el teléfono celular, que la atención que deben prestar al conducir un rodado. Estamos cansados de observar
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